8 de agosto de 2017

¿El baño por favor?

Por suerte o por desgracia tengo una obligación que me hace salir cada mañana, de La Leonera, haga sol, llueva o exista una alerta mundial de invasión alienígena.

Esa obligación tiene cuatro patas y un reloj biológico puntual. 

Los días malos, en los que ponerme un pantalón de chándal es misión imposible, él espera con resignación a que logre meterme en alguna prenda, que no me cause dolor, y enloquece cuando me ato el cordón de la playera izquierda.

Bajar la escalera es sencillo, ir atado un paseo, pero andados 100 metros empieza la odisea y eso que el animal hace sus cosas sin pudor, sin restricción y con mucha educación. 
¿El baño por favor?

En mitad de la noche visito mi aseo, si digo que más de dos veces no exagero, en busca de liberar mi vejiga.

Al alba recorro el mismo camino, con la misma intención. Y ese paseo haré, al menos, otras dos veces antes de salir a la calle con mi perro.

La alarma de vaciado se activa en el momento justo que me agacho a recoger el primer regalo del can y la urgencia hará que corra en busca de un lugar donde pueda entrar con mi mascota para usar el baño.

Muchas veces volver a la Leonera es la mejor opción, pero los 5 pisos son un obstáculo para mi Vejiga Hiperactiva cuando está en modo no llego, no llego.

La verdad que esto me pasaba antes de la última operación y los ginecólogos lo achacaban a la Endometriosis. No obstante, éste mes de junio, la ginecóloga de suelo pélvico ha sido la primera que le ha puesto nombre y apellido a ésta patología, que se suma a todas las demás.

Al parecer sufro de Vejiga Hiperactivaaquí un buen artículo con +info, seguramente consecuencia del daño neuropático causado por la Endometriosis en mi zona pélvica.

Por el momento me ha derivado a la unidad de rehabilitación, quienes me verán por primera vez en Octubre, y dado unas pautas para intentar mejorar mi calidad de vida.
  • Debo decir adiós al café y la cerveza.
  • Debo reducir la ingesta de agua a un máximo de 1,5 litros al día.
  • Debo hacer el esfuerzo de alargar el periodo entre micciones.
  • NO debo hacer ningún ejercicio de fortalecimiento de suelo pélvico hasta que me vea el médico en rehabilitación y valore mi situación personal. 
No parece difícil de lograr, pero evitar el café es una misión casi imposible para mi.

El café es mi único vicio

Hasta hoy consumía alrededor de 4 cafés con leche, durante la mañana, y 1 o ninguno descafeinado de máquina por las tardes. Por el momento he logrado reducir su ingesta a 2, eso sí con sudor y lágrimas. 

Otra cosa que he modificado, en mi estilo de vida, es ir acompañada en los paseos matutinos del perro, pues en cualquier momento puedo tener unas ganas incontrolables de visitar el aseo y no es factible dejar al animal atado a una farola en mitad de la calle.

Así mismo dejar de beber, al menos, 3 horas antes de ir a dormir era otro propósito marcado en mis nuevas rutinas pero me está costando más que dejar la cafeína. 

¿Tienes algún truco para mejorar tu calidad de vida frente a ésta patología? 










2 comentarios:

Tu experiencia y opinión me interesan mucho por eso te animo a que escribas un comentario o si lo prefieres me mandes un e-mail contándome lo que consideres. Muchísimas gracias.

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